Hubo un intento de asalto al poder legislativo, vimos una intensión de tener el poder absoluto y que no haya ningún otro nivel de autoridad a la altura del presidente para discutir la materia presupuestal.
La iniciativa que le pretendía dar super poderes al presidente para definir el destino de los recursos públicos ilustra la narrativa del control y del poder del gobierno federal.
Al presidente no le gusta la competencia comunicacional ni en el poder, tiene la mayoría en la bancada que hace lo que él dice. No era necesario crear esa iniciativa.
Se ilustra la relación que tiene la gestión actual con la oposición, o con cualquier otra instancia donde se pone la tela de juicio donde se da la distribución del poder.
Es una mala idea tener un presidente que dobla a sus expertos, que dobla a sus aliados. Necesitamos más figuras como Muñoz Ledo crítico a las acciones del intento de asalto.
López Gatell se está viendo más como un títere que como un experto que ayude a la población a mantenerse en casa y terminar con la curva.
Nuestra democracia está diseñada para distribuir el poder, que bueno que exista discusión sobre el destino de los recursos, eso nos hace un mejor país.
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