Mujer que trabaja, tejedora de dos mundos

En el reporte Mujer mexicana que trabaja, tejedora de dos mundos, elaborado por el Comité de Igualdad de Género de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión Pública A.C. (AMAI), de la que LEXIA es colaborador, se muestra un amplio panorama de la situación de las mujeres trabajadoras en México y queda demostrado que falta mucho por hacer en cuestión de igualdad laboral de género en nuestro país. 

En LEXIA, sabemos de la importancia de generar un espacio y un ambiente laboral en el cual exista la igualdad de género y donde tod@s puedan sentirse cómod@s para desempeñar su labor en condiciones parejas de trato y sueldo. Queremos ayudarte a cumplir con esta responsabilidad, esperamos que el siguiente estudio te sea de utilidad.  

Sigamos conversando. 

Las mujeres mexicanas son las que más horas trabajan en el continente americano. 

Pero, de cada 74 horas que labora una mujer en nuestro país, 50 no son remuneradas, ya que es trabajo que, tradicionalmente, se le ha asignado al género femenino, como el cuidado de los hijos, la limpieza de la casa o el cocinar los alimentos. 

La historia del trabajo femenino en México se remonta a la época prehispánica, en la cultura mexica la diosa Xochiquétzal era la patrona de las mujeres tejedoras, de la sexualidad, de la fertilidad y también la protectora en situaciones de guerra. 

No había una distinción entre dedicarse al hogar, trabajar y ser guerrera. La mujer nahua era todo eso. 

Hoy en día, la mujer en México sigue tejiendo en dos mundos, el mundo de los deberes y roles que se le asignan, de manera automática y permanente, por el solo hecho de ser mujer y el mundo del deseo de trabajar, ganar sus propios ingresos y ser reconocida en la profesión que haya elegido. 

Las mujeres siguen enfrentándose a situaciones adversas en el trabajo, situaciones que tienen que ver con sus decisiones personales de vida (permanecer soltera), con la desigualdad salarial (a los hombres se les paga hasta 38% más por el mismo trabajo) y con lo que decidan hacer con sus ingresos (se espera que los compartan íntegros con su familia), entre otras cosas. 

En este reporte, se revelan situaciones de discriminación y de cómo las mujeres tienen un camino mucho más difícil si quieren ser reconocidas en el ámbito laboral y en su vida doméstica. Todo esto a pesar de que, cuando deciden trabajar, mejoran la situación de todo el núcleo familiar de manera considerable y todos reciben los beneficios. 

Se muestran también soluciones y pasos a seguir para erradicar el piso disparejo del ámbito laboral, pasos que cualquier empresa puede comenzar a implementar en este mismo momento, para cumplir con la responsabilidad de crear un ambiente de trabajo justo para todas y todos. 

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